La sesión del miércoles pensada para cerrar el año ordinario de la Cámara de Diputados podrÃa suspenderse, porque en Cambiemos no hay ánimos de dialogar con los jefes de la oposición que se unieron para ganar un lugar en la Magistratura.
La sesión sólo es posible si las autoridades de cada bancada se reúnen el martes a repasar un temario y este viernes nadie imaginaba ese protocolo.
Hay en agenda proyectos pendientes, como la reforma de bienes personales que retocó el Senado, la ley de alquileres que se reescribe dÃa a dÃa y la reforma procesal penal. Y otros de mucho interés sectorial, cómo la liberación del precio de papel prensa.
Si no es posible verse las caras entre colegas, el Gobierno evalúa convocar a sesiones extraordinarias en diciembre con las leyes que más le interesen y evitar una reunión de final incierto.
Tanta era la bronca entre los diputados de Cambiemos que algunos especulaban con impugnar a la massista Graciela Camaño, flamante consejera de la Magistratura, por no cumplir algunos requisitos para jurar. Recuerdan que hace muy poco que es abogada.
También hay pases de facturas internas: el martes, Emilio Monzó aseguró que estaba cerrado el acuerdo para sostener a Pablo Tonelli y Mario Negri como consejeros.
Confiaba en el compromiso de Pablo Kosiner, jefe de Argentina Federal, de no firmar la ficha de adhesión que ya repartÃan el kirchnerista Eduardo Wado De Pedro y Camaño, con la certeza de poder alcanzar la mayorÃa si la oposición se unÃa.
LPO habÃa anunciado hace un mes que los 3 bloques más grandes de la oposición negociaban unirse para robar un consejero a Cambiemos, pero sus lÃderes subestimaron la maniobra.
No advirtieron un detalle: el kirchnerismo, que es el bloque más grande de la oposición y podÃa asegurarse el consejero por la minorÃa, ofrecÃa sus votos para que otra fuerza consiguiera el suyo. Imposible que ninguna se tentara.
Kosiner estaba decidido a abstenerse y asà lo querÃa su gobernador, el salteño Juan Manuel Urtubey. El cordobés Juan Schiaretti también se abrÃa de la discusión pero con la chance de triunfar, De Pedro contactó a los miembros del interbloque federal para contarles que sus lÃderes le estaban regalando al Gobierno la chance de destituir jueces cuando quiera.
Los sanjuaninos y los pampeanos fueron los primeros en picar y abrir un debate interno que pronto dejó a Kosiner entre la espada y la pared. Entendió que podrÃa fracturar la bancada si insistÃa en esconder la lapicera y le cedió su firma al pampeano Sergio Ziliotto, que junto a Wado llamó a cada jefe de bloque indeciso para ofrecerle participar de una derrota del Gobierno.
En el mano a mano, Monzó se anotó una victoria parcial con misioneros y puntanos, que habÃan dado quórum en la sesión del presupuesto. Los últimos responden al Adolfo RodrÃguez Saá, que por esas horas votaba en contra en el Senado.
Pero volvió a sufrir con los 6 santiagueños, que con la cancha inclinada se plegaron al lote opositor. VenÃan de recibir una ayuda de Federico Pinedo en el Senado para nombrar a la senadora Ada Itúrrez de Cappellini como consejera, pero no creyeron que debÃan devolver gentilezas. Nadie se los pidió.
Solo podÃan torcer la balanza a favor de Cambiemos los cordobeses, Macri intentó presionar a Schiaretti pero solo logró unirlo con sus rivales. Su oferta no fue la mejor: no firmar con el kirchnerismo hubiera permitido reelegir en la Magistratura al radical Negri y hasta se abrÃa la chance de que sea reemplazado en 2019 por Diego Mestre, hermano del alcalde de Córdoba.
Camaño le ofreció dejar sin radicales el organismo, un hecho inédito, y ubicar como suplente a su pichón MartÃn Llaryora, con chances de asumir el año que viene si ella no renueva su banca. Schiaretti no tenÃa mucho que pensar.
Tanta era la seguridad de Cambiemos por imponerse que hasta tuvo su internita por los cargos. Elisa Carrió mandó una carta a Monzó para pedir que Juan Manuel López sea suplente de Tonelli y vetar algunos nombres de su bloque. Mestre juntó votos para sustituir a Negri, perdió, se ganó el compromiso de sus pares para sustituirlo, pero no estaba solo: Albor Cantard se anotó para darle pelea.
El combo de mala praxis lo cierra un antecedente: este golpe sólo fue posible porque ni bien asumió Macri, Monzó y Massot impusieron la lógica de elegir consejeros sumando firmas y no según la cantidad de diputados de cada bloque.
Les sirvió para nombrar a Tonelli y garantizar los dos tercios, pero les jugó en contra cuando más difÃcil se hace la relación del Gobierno con la justicia, que es en el final de un mandato presidencial. "No entendieron que la picardÃa los complicarÃa, porque a todos los oficialismos les va a costar sumar aliados para un tema tan delicado. Va a detener que reglamentarse otra vez", reflexionaba un kirchnerista, mientras saboreaba la victoria.
De haber persistido la lógica de elegir por fuerza polÃtica, Cambiemos hubiera nombrado 4 de los 6 legisladores de la Magistratura. Se quedó con 2 y sin chances de reunir los dos tercios que se requieren para destituir jueces hostiles. Macri todavÃa está preguntando cómo pasó. Y no es fácil de explicar.
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- 117/11/1812:45Que linda la republica, si no me gusta lo que van a votar, cierro el COngreso